Fiesta de San Antón

a
Gálvez

El municipio toledano de Gálvez se prepara un año más para celebrar la festividad de San Antón el sábado 14 de enero para hacerlo coincidir con el mayor disfrute y asistencia de vecinos, vecinas y visitantes. Una cita muy especial para los galveños y galveñas, ya que es seña de identidad y de tradición vivida de una manera muy especial en todas las casas del municipio toledano y que penetra en diferentes ámbitos de la cultura.

El gran día tendrá lugar este sábado día 14, dando comienzo con la celebración de la Santa Misa, procesión y bendición de animales en la Parroquia San Juan Bautista, a las 12:00 horas. Proseguirá el día con otro concurso solidario, el de lanzamiento de carretillas a las 13:15 horas organizado por la Ferretería Gálvez y a las 21:30 degustación de productos típicos del cerdo en la carpa de la plaza.

Pero la verdadera fiesta, tal y como recoge el bando medieval dictado por el alcalde, es el acogimiento y hermandad que los vecinos llevan a cabo durante ese día, no solo entre oriundos, al calor de sus lumbres, sino con invitados, nuevos amigos y visitantes. De esta manera, los galveños, y tras haberse provisto para la noche mágica del sábado de viandas y miles de kilos de lumbre – se prevén más de 160 hogueras y que más de 300.000 kilos de leña ardan durante el fin de semana- disfrutarán alrededor del fuego de los avíos del guarro y la típica gastronomía de la localidad: migas, chorizo, costillas, puches, morcillas, guisos de caza menor y caza mayor, dulces típicos y la herradura de San Antón, esta última repartida a cada lumbre por el Ayuntamiento.

Será en la madrugada del domingo cuando tenga lugar el llamativo cortejo de “sanantones”. Es el momento en el que centenares de galveños de todas las edades y condiciones se visten de “sanantones”. Este llamativo disfraz consiste en ocultar el rostro, cuerpo, manos, pies e, incluso, los andares y ademanes típicos de cada persona, detrás de unas vestimentas caracterizadas por ser harapos, ropa vieja y ajada complementada, adornados con cencerros, que impiden conocer al disfrazado. No se habla, ni se toca. Nadie en la noche mágica reconoce al “sanantón” que misteriosamente se ha acercado a su lumbre. Ocultar la identidad es el objetivo de cualquier buen “sanantón”. Así se “corre el sanantón”, de lumbre en lumbre, comiendo y bebiendo. Sonrisas, sorpresas, sustos y buen ambiente se apoderan de Gálvez durante esta noche mágica, que también contará baile en la carpa con la orquesta Sonital a partir de las dos de la madrugada.